Ecuador, Galápagos, Viajando a:, zentradas

De cuando golpeas a tu animal favorito, un pingüino

Cuando viajamos nos ocurren muchas cosas, vivimos nuevas experiencias que al final del viaje se vuelven nuestras historias y sobretodo nuestras anecdotas. Durante mi viaje a Galápagos claramente pasaron muchas cosas, pero hubo una en particular que nunca me imagine que me sucedería y fue la de golpear a un pingüino, que hay que decir de paso es mi animal favorito.

Todo comenzo con el tour en la Isla Pinzón, estabamos ya en la segunda sumergida para visitar la bahía de pinguinos, acá no encontramos ni uno y yo me sentía muy frustrada porque no había podido verlos y disfrutar como era debido. En ese momento el guía nos dice vamos a seguir nadando a ver si nos los encontramos afuera, pero por supuesto asi no fue.

Cuando ya estabamos regresando al barco para continuar con el tour, yo me quede retrasada porque, para decirles la verdad, nado muy lento y recuerdense que estaba superando mi miedo al mar y el snorkel.

En ese momento me pasan justo al lado una familia de pinguinos, yo me detengo en frio y me volteo para verlos, no se como pude encender la camara y ver como se iban nadando rápidamente, dato curioso los pinguinos nadan bastante rápido.

Pasado esto levanto la cabeza para ver si los otros compañeros de tour pudieron verlos, solamente uno los vio.

golpear a un pinguino en Galápagos

Fue en este momento que sucedió el evento.

Mientras estaba hablando con él siento que algo golpea el palo que sostiene la camara, fue algo fuerte por esa razón me sumerjo a ver que habia pasado cuando veo un pingüino solo, un poco torpe y resagado, tratando de huir como fuera. En este momento me dí cuenta que era de la misma familia de pinguinos anteriores pero que se habia quedado atrás y que sin querer se había encontrado con nosotros pero sobretodo con mi camara.

Yo no salía de mi asombro trate de ver si encontraba a otros de estos animalitos, pero nada, en ese momento escucho al guía llamarnos para apurarnos y yo continue hasta el barco, cuando empiezo a quitarme la mascara para subirme al barco le digo al guía “Golpee a un pingüino”, los otros compañeros del tour que ya estaban arriba y que no sabían hablar español voltearon de una, no se como me pudieron entender, pero fue así, obviamente me preguntaron ¿cómo? y yo les conte. El guía no me creyo pero le dije que uno de los muchachos israilitas lo habia visto y estaba tan emocionado, al igual que yo.

La historia la tuve que contar en español e ingles para que todos lo entendieron.

Las otras sumergidas fueron nada comparada con esa experiencia, obviamente en ningún momento fue mi intención golpear al pequeño pingüino y me da un sentimiento inmenso cada vez que me acuerdo, pero al final es de esas anecdotas curiosas que te quedan para contar.

Deja un comentario